En 2017 he realizado uno de los viajes más “salvajes” de mi vida. Cogí la cámara y puse rumbo a Kenia (África), un destino que hacía tiempo quería visitar. La “llamada de África” por fin se hizo realidad y pude conocer este fantástico país y una de sus tribus más conocidas: los masais.
Cuando uno habla de Kenia es inevitable pensar en los safaris. Los leones, las cebras, los hipopótamos, las jirafas, las hienas… Es cierto es que es uno de los grandes atractivos para el turista, ya que en ninguna otra parte del mundo se tiene la oportunidad de observar tan de cerca la vida animal. Pero esta tierra es mucho más que eso…
Kenia es un espectáculo de luz y color. El sol y el cielo adquieren tonalidades muy diferentes a lo que estamos acostumbrados por estas latitudes. Colores rojizos, anaranjados… Un caramelo para hacer fotografías. Esos atardeceres difícilmente se me borrarán de la memoria.
Como decía, tuvimos la oportunidad de conocer una de las tribus más conocidas de este país, los masais, que viven en la reserva de Masai Mara. Adentrarse en este tipo de poblados es como hacer un gran viaje en el tiempo. Estas personas viven hoy como lo hacían hace cientos de años.
Mantienen sus costumbres y, obviamente, la tecnología todavía no ha hecho acto de presencia por aquí. Son felices con lo poco que tienen y con su modo de vida. Es un pueblo seminómada cuyo idioma es el masai, aunque también hablan el suajili.
Me llamó la atención un aspecto sobre la alimentación de los masais. Durante cientos de años han sido cazadores y la base de su alimentación era la proteína, obtenida de la carne de las piezas de caza. Sin embargo, desde hace varias décadas se han visto obligados a cambiar su alimentación por culpa del ser humano y la caza indiscriminada.
Es de sobra conocido que muchos animales se encuentran en peligro de extinción. Y que muchos de ellos son codiciados por los cazadores furtivos para vender sus pieles u ornamentas en el mercado negro. Actitudes como éstas han provocado que el gobierno de Kenia haya prohibido la caza de animales por parte del ser humano, lo que ha provocado un cambio considerable en la tribu de los masais.
Tal como nos indicaron los masais, “¿por qué tenemos que cambiar nuestra alimentación cuando llevamos haciéndolo así mucho tiempo?”. No acaban de comprender la codicia de las personas, ya que para ellos la caza es parte de su forma de vida y una forma de subsistir.
Comparto algunas de las fotografías más realizadas en la reserva de Masai Mara. Me gustaron sus vestimentas, llenas de colorido, collares y accesorios hechos a mano. Como puedes ver los masai tienen un físico espectacular y muy fibroso. Están bien dotados por la naturaleza.
Vayamos ahora al safari. Estas excursiones a través de la selva están muy organizadas por el gobierno de Kenia y únicamente se pueden realizar con los jeeps de los locales. Siguiendo unas rutas establecidas se pueden observar los animales en su entorno natural, manteniendo siempre una distancia prudente de seguridad.
A pesar de haber visto cientos de documentales y fotografías, ver en directo los animales impresiona. Y mucho. No todos los días se tiene la oportunidad de ver, por ejemplo, a una leona en estado de caza acechando a un impala. Es la naturaleza en estado puro.
En esta fotografía vemos a una leona a punto de cazar un impala. Se mantuvo en esta posición un buen rato, en posición estratégica, teniendo en cuenta la dirección del viento para no levantar sospechas con su olor…pero finalmente no consiguió su objetivo. El impala conocía mejor el terreno y pudo escapar de la situación. Fue un momento espectacular.
Los animales siguen haciendo su vida, a pesar de que varios ojos humanos les estén observando. Tienen que sobrevivir y alimentar a sus cachorros. Se han acostumbrado a la presencia del ser humano y la aceptan, siempre que no se les ataque, por supuesto.
Tal y como nos comentaban los experimentados guías, para un animal somos comida. Una parte de su cadena alimenticia. Y nos atacarán sin dudarlo para alimentarse. Por eso, en este tipo de safaris las medidas de seguridad son extremas y no permiten a los turistas salir del vehículo.
Sucede lo mismo en el recinto donde estuvimos alojados. Siempre hay un vigilante controlando todo lo que sucede alrededor de las cabañas por si se acerca algún animal. Cuando uno de los inquilinos sale de su estancia siempre debe ir acompañado por un vigilante. Puede que nosotros no veamos nada, pero su ojos pueden observar algún peligro tras la maleza.
Este tipo de alojamiento se denominan «Lodges» y vienen a ser una especie de conjunto de tiendas de campaña con su parte de construccion en ladrillo para la ducha y baño. Tienen mosquiteras y todo tipo de comodidades. Nuestro alojamiento se encontraba en la entrada de la reserva de Masai Mara.
En esta fotografía puedes ver a la leona descansando junto a sus cachorros. Un merecido descanso, ya que son las leonas y no los leones los que que cazan. Parece mentira que todos consideremos al león como «rey de la selva» y no mueva un dedo para conseguir comida…Además, él es el primero en dar un bocado a la pieza de caza, llevándose la mejor parte.
Este leopardo, que nos mira con ojos desafiantes, sí alcanzó su objetivo y tendrá comida para toda su manada. Pudo dar caza al impala que sostiene con su dentadura. ¿Estará pensando que le queremos quitar la comida?
A continuación te presento a uno de los animales más protegidos del planeta. El rinoceronte. Su cuerno de marfil está muy valorado en algunos países y las mafias emplean todos los medios para quitárselos. No dudan en matar al animal para llevarse el cuerno o dejarlo gravemente herido. Un animal bello y que impone mucho respeto.
Cebras, elefantes, flamencos o ñues, son algunos de los animales que pudimos observar durante nuestro viaje a Kenia. Todo ello, unido a los magnífico paisajes de este país, lo convierten en un destino muy interesante para conocer una parte de África. Te lo recomiendo abiertamente.
Antes de despedirme, me gustaría agradecer a la agencia de viajes www.masikiosafaris.com el magnífico servicio ofrecido durante todo el viaje. Desde la reserva del viaje, llegada a Kenia, alojamiento, safari… Nos sentimos como en casa.
El delegado de la agencia en España se llama José Luis Vaquerizo y nuestro guía en la reserva Emmanuel. A todos ellos, gracias por hacer de este viaje algo inolvidable.